Un día lluvioso, con viento, un río casi desconocido discurriendo por un valle casi encantado, en la comarca de Calatayud, ni el viento ni la lluvia pudieron con nosotros, había que salir a respirar, a tener ese día nuestro momento de gloria, cuando llegamos a la cima del Asentamiento ïbero, había energía, nuestra amiga Piedad nos iba soltando pequeños trozos de imagen ancestral, rebobinando a la velocidad de la luz, en un momento vimos las chozas, la entrada entre las rocas, cerrada por una empalizada, la bajada hasta la vega por una senda que a no mucho más de 200 metros llegaba a la misma orilla del Río Manubles. Allí estaba, su cauce, su corriente, agua y tierra juntos desde tiempo inmemorial, imagenes de gentes vestidas con pieles como tantas veces nos han recreado las peliculas, se agolparon en nuestras mentes, allí estabamos esperando que los espiritus de los antiguos íberos se manifestaran ante nosotros. Algo paso, cuando se hace el silencio se dice "ha pasado un angel", allí estabamos en silencio mirando la idoneidad del lugar, no estaba elegido al azar, un promontorio con clara visibilidad desde cualquier angulo y controlando una amplia zona del valle del Río, un sitio claramente elegido para poder reaccionar con rapidez ante cualquier peligro. Más abajo, en la orilla entre chopos recien desnudados por el frio viento del Moncayo, más energía, mas vibración, sorpresas de la Naturaleza, observando sus obras, árboles caidos, Hongos parasitos, setas escondidas y olor a vida, un lugar limpio, con algun resto en los arboles de la altura de la ultima riada, porque el manubles. aunque nieto del Ebro, también crece y con fuerza, mucha fuerza. Imagenes y sensaciones que hacen olvidar lo cotidiano y dan fuerza para valorar otra serie de cosas.
Hicimos una ruta corta de 6 kms, la acortamos por el tiempo que justo al final arreciaba la lluvia, pero 6 kms intensos y practicando la tecnica de subida y bajada con nuestros bastones, para los que no conocen el Nordic Walking no pueden valorar la ayuda que supone el subir o bajar a cuatro patas, sobre todo la sobrecarga en las rodillas no tiene ni punto de comparacion a hacer el mismo tramo sin la ayuda de nuestros "Nordic Poles".
El final fué lo peor ( al revés lo cuento para que se me entienda), un buen plato de sopa de cocido caliente en la Casa Rural de nuestra amiga Piedad, buen vaso de vino, mantecados caseros y buena conversación de las de siempre, mirandonos a los ojos y pensando en cuando será la siguiente.
Seguiremos programando nuestra salidas Nordic, siempre a sitios escogidos y con buena gente... con muy buena gente.
La proxima a la Sierra de Aljairén, en la comarca de Cariñena.
Caralebro Central de Actividades.
Ruta Nordic Walking por Río Manubles
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