Esta mañana he vuelto después más de un año sin pisarlo, sigue igual , sorprendente, único y solitario carente de vida para los ojos de muchos y lleno de energía para unos pocos. Contabamos con la mano maestra y las explicaciones de nuestro Geólogo particular que nos iba diciendo las peculiaridades de cada rincón desarrollado en torno a ese fluir de agua de manantial que se hace grande con cada lluvia y que según las muestras en las rocas es un verdadero torrente de aguas bravas lo que hoy era un hilo de pocos centímetros de agua.
Contraste exacerbado a la vuelta de la esquina, no habiamos dejado las piraguas en la frondosidad de la ribera cuando a escasos 20 metros estabamos en medio de un desierto de sal, yesos y alabastros de formas caprichosas.
En fin, lo mejor que veais las fotos, y si alguien se anima...... nosotros tenemos la llave. No nos importará compartirlo.
Caralebro Central de Actividades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario