
Seguimos con nuestros paseos tempraneros para madrugadores, 120 minutos de vida, saboreando naturaleza, escuchando colores, respirando sonidos, sintiendo el frescor de las oscuras arboledas que nos regalaban su frio abrazo a nuestro paso. 120 minutos de SLOW, hemos tenido tiempo suficiente para recibir la energía de la Naturaleza y olvidarnos de la rapidez, las prisas y demás artificios que rodean nuestra existencia. Hemos sentido la vida, hemos cotemplado el asustadizo paso de un pequeño sapito que seguramente iría huyendo de aquellos gigantes de 4 patas que se acercaban hacia él, hemos visto como dormitaba o comía un siluro de grandes dimensiones sobre la flotante vegetación de la orilla del río, allí estaba dueño del lugar y ajeno a nuestra presencia en la otra orilla, lo hemos vislumbrado gracias a nuestra herramienta inseparable: los prismaticos.
En fin, otra multitud de esperiencias Slow, 120 minutos de vida y salud.
Hoy nos ha acompañado Santiago, buen amigo, buen conversador y buena gente. Descansaremos un poco porque esta tarde nos vamos a Trasmoz, a las jornadas de la Brujería....
Seguro que tendremos más momentos Slow.
Caralebro Central de Actividades
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