Los 4 medicos del alma:
Lo más importante que tenemos cada uno de nosotros y que realmente es nuestro, es nuestro propio cuerpo. La forma en la que nos ocupemos de él obtendremos una clara respuesta no solamente en el más inmediato momento sino también en la evolución que desarrolle nuestro organismo a largo plazo.
En estos momentos de cambio vertiginosos, duros y hasta inaceptables en algunos aspectos lo que toca es hacer un poco de reflexión interior y auto-examinarnos de si realmente el 99,9 % de la población somos conscientes de cómo llevamos nuestra vida en conceptos tan claros como puede ser la salud y que esperamos ser dentro de 10, 15 o 20 años; es mas, la pregunta mas que qué esperamos ser es cómo esperamos estar.
El organismo humano es una máquina perfecta funciona y esto es incuestionable desde el momento de su concepción hasta el momento de su muerte rigiéndose por las leyes de la vida y la energía. Todos somos energía, hasta la más escondida de nuestras células está compuesta por átomos de energía, luego como consecuencia de esto, cualquier desfase o interacción que altere el equilibrio de esa energía provocará cambios sustanciales en la estructura general.
Básicamente de que formas se puede alterar el equilibrio energético de nuestra máquina de vida, en primer lugar nuestro pensamiento, nuestra mente al provocar emociones implica cambios a nivel energético que alteran el equilibrio. Situaciones de angustia, estrés, enfermedad, conflictos interpersonales ó laborales suponen un ataque contra nuestra estructura energética. En segundo lugar, como toda máquina, nuestro cuerpo nace con una primera carga energética llámese nuestro ADN, en la que se definen muy claramente las condiciones optimas por la que nuestra máquina va a funcionar. No todas las personas tienen las mismas necesidades, ni van a desarrollar los mismos problemas ante situaciones o pautas de vida similares. Y dado que, cada máquina humana es única e irrepetible, en su manual de instrucciones viene claramente reflejado el mantenimiento óptimo que se ha de hacer, el combustible a utilizar y la forma de suministrarlo. Está claro que nuestro combustible diario es nuestra alimentación y como consecuencia de eso valga el siguiente ejemplo: a un motor diesel no le podemos repostar gasolina ni aceite de girasol, porque aunque en un primer momento consiguiéramos ponerlo en funcionamiento a la larga supondría con casi total seguridad la aparición de una avería importante. El cuerpo humano, nuestra máquina de vida es exactamente igual, necesitamos suministrarle el combustible adecuado y en las dosis adecuadas. Aquí llegados a este punto, entramos en conflicto con algo tan simple como es: Estamos realmente bien asesorados en materia alimentaría, o por el contrario en todas las opiniones y consejos de alimentación hay un trasfondo económico y social? Yo creo que, efectivamente nuestra sociedad Occidental, nuestro Primer Mundo, estamos constantemente obligados a consumir, lo más rápido posible para tener que volver a iniciar cuanto antes el proceso de consumo. A nivel alimentario, es exactamente igual, con lo cual en la mayoría de los casos, no somos conscientes de el tipo de combustible que aportamos a nuestro organismo. Ante un aporte erróneo de combustible inadecuado, va a suponer una mala absorción de los nutrientes y la generación y posterior acumulo, en los depósitos de toxinas de nuestra máquina ( órganos, sistema linfático…) de todo tipo de desechos que el organismo no es capaz de eliminar. Con lo que vamos al principio del problema, tenemos una máquina que no funciona bien, y por lo tanto existe un desequilibrio a nivel energético. Consecuencia clara y sencilla, se traduce en una palabra muy simple: E-N-F-E-R-M-E-D-A-D.
La mejor política sanitaria en contra de la enfermedad es la de la prevención, el fomentar hábitos de vida sencillos que afianzaran la cultura de la salud como un todo en el que cada persona tuviera la obligación de integrarse, en primer lugar, para obtener su propio beneficio en cuanto a calidad de vida y en segundo lugar, y no menos importante, una obligación solidaria en cuanto a nuestra demanda de servicios de asistencia para luchar contra el deterioro de nuestra salud. Es muy fácil, exigir atención sanitaría, asistencia farmacológica y que nos curen el problema y cuanto antes mejor, totalmente de acuerdo en que nadie debe de pasar por un estado de desatención sanitario, pero muchos de los casos, sería para reflexionar y hacerle al paciente la siguiente pregunta: Sus pautas de vida y alimentación han sido las correctas? Y la segunda pregunta, ha habido algún profesional que realmente se ha interesado por el origen de su dolencia? Esos conceptos son los que tenemos que cambiar, y por supuesto que todo cambio se debe de iniciar en la etapa mas temprana, el incluir dentro de la Formación Occidental conceptos de PENSAMIENTO POSITIVO, RELAJACIÓN, EJERCICIO FISICO Y ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA, en una palabra NUESTROS 4 MÉDICOS DEL ALMA, todo lo demás será continuar en la dinámica de prisas y querer hacer y no poder. Queremos hacer porque continuamente nos están diciendo: “ Compra, compra, consume, consume, corre, corre, viaja, viaja, esto es lo nuevo, esto es lo mejor, no te quedes atrás, se de los primeros….”, a veces, lo mejor lo tenemos en la puerta de casa y ni siquiera nos damos cuenta de que está ahí.
Además, como he dicho al principio, lo mejor que tenemos lo llevamos siempre con nosotros, cuidemos nuestro cuerpo y nuestra mente, lo demás es todo un añadido. Nuestra vida es un conocimiento de nuestro propio Ser.
Jaime Ascaso.
Nordic Walking Caralebro
Instructor Nordic Walking NPWEA
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